top of page
  • Foto do escritorMiguel Dias

Em tempo real a vacinação pelo mundo. Humanos & vírus! Breve História dos origens da vida...

Artigo em Castelhano, Crônicas do Celeiro do Mundo Internacional.


Acesse o site para uma boa informação.



O maior esforço da história da Humanidade e, não é uma guerra.


La breve historia de la vacuna de la covid-19 empezó el 31 de diciembre de 2019, cuando responsables sanitarios de Wuhan (China) informaron de 27 casos de una neumonía desconocida. El 8 de enero siguiente se informó de que el causante era un nuevo coronavirus. Dos días después ya se había hecho pública su secuencia genómica. En febrero varias empresas farmacéuticas pusieron en marcha sendos proyectos de vacunas. En China, las primeras fueron CanSino Biologics, Sinovac Biotech y la estatal Sinopharm; en los Estados Unidos, Moderna e Inovio Pharmaceuticals; en Europa, BioNTech, una empresa biotecnológica alemana desarrolló una candidata que más adelante compartiría con Pfizer; un grupo de la Universidad de Oxford creó una vacuna al que se sumó AstraZeneca; Janssen y Sanofi Pasteur también lanzaron sus propios proyectos.

A mediados de abril se supo que la vacuna de SinoVac Biotech era eficaz con monos. El 20 de ese mismo mes, cinco empresas ya testaban su vacunas en ensayos clínicos, y había más de 70 candidatas en desarrollo preclínico. A finales de julio, las vacunas de Moderna y de Pfizer-BioNTech, ambas basadas en ARN mensajero, empezaron los ensayos de eficacia. Los proyectos chinos, paradójicamente, perdieron la delantera debido al éxito con el que se contuvo la pandemia en aquel país, lo que obligó a reclutar voluntarios en otros.

Durante el mes de noviembre, se anunció que unas pocas vacunas tenían una eficacia superior al 90 %. Todos los plazos, desde la aparición de los casos de neumonía en diciembre de 2019 hasta las autorizaciones, por las agencias reguladoras, de las vacunas en diciembre de 2020, han sido los más cortos, con gran diferencia, que haya habido nunca.

Desde que se anunció el brote de la enfermedad miles de científicos, biomédicos y de otras áreas, de todo el mundo se pusieron a investigar en temas relativos a la covid-19, compartiendo información en un grado nunca visto. La cooperación se ha producido, en su mayor parte, haciendo uso de redes informales, sin necesidad de que mediasen acuerdos formales entre países o instituciones.

Los resultados de esa actividad investigadora se han plasmado en la publicación, hasta primeros de diciembre, de 84 180 artículos científicos relacionados con la covid-19 (a razón de 260 diarios).

Para dotar a esa cifra del significado que merece, hagamos una comparación: el número total de los publicados desde que existen las revistas científicas sobre el cáncer de pulmón es, aproximadamente, de 350 000; de sida-VIH, 165 000; de gripe, 135 000; y de malaria, 100 000. En tan solo once meses se ha publicado un volumen de artículos sobre covid-19 equivalente a casi el 60 % de todos los publicados sobre la gripe.

El número de firmantes (autores únicos) de los artículos sobre la covid-19 asciende a 322 279, cifra que triplica en tan solo 11 meses la de los participantes en el proyecto Manhattan al cabo de cinco años. Si nos limitamos a quienes han intervenido en el desarrollo de las vacunas, y puesto que en este momento hay 162 candidatas (de las que 52 se encuentran en ensayos clínicos), una estimación conservadora arroja un número de 65 000 participantes (personal científico y sanitario) en todo el mundo, lo que equivale a la mitad de todo el personal involucrado en el proyecto Manhattan.

El esfuerzo económico también ha sido enorme. Solo la administración norteamericana ha destinado más de 10 000 millones de dólares a las compañías farmacéuticas para el diseño y producción de vacunas. Si a esa cantidad sumásemos los recursos invertidos por China, Japón, Rusia, Reino Unido y la Unión Europea, la cantidad total se aproximaría quizás a la inversión realizada en el proyecto Manhattan, aunque solo el 10 % de aquel se destinase a diseño y producción de armamento.


Então Brasileiros e Brasileiras, na conversa ao Pé do Rádio que o Sarney nos fez cair há décadas, o discurso continua o mesmo... Conversa ao Pé das Fake!

E agora Zé Gotinha?

O que fazer?

Não compraram a tempo as nossas defesas, negaram, zombaram, mentiram, enganaram... Enquanto isso, a cortina de fumaça criada por um “Clã analfabeto funcional e fortemente armado”, escondia os maiores desvios de dinheiro em benefício de um parasita maior que o Coronavírus chamado CENTRÃO.

Brasileiros e Brasileiras recuperaremos a Bandeira Nacional e, de cabeça erguida, de peito aberto, impediremos a matança seletiva.










Zé Gotinha não usa fusil.

Comentários Miguel Dias -CCM- O Canal Original de Crissiumal

 


Posts recentes

Ver tudo

Corona Vai!

Comments


bottom of page