GEOPOLÍTICA, PODER Y GUERRA
Hola, internautas de CCM.
El año comenzó de una manera grandilocuente (perdón por el juego de palabras).
Aquí no vamos a analizar los acuerdos firmados en el pasado o los que aún están vigentes, ya que el sesgo es geopolítico.
Esta guerra es una tragedia anunciada.
El tema de la expansión de la OTAN (ORGANIZACIÓN DEL TRATADO DEL ATLÁNTICO NORTE - organización militar) hacia Europa del Este avanzando sobre países que en el pasado formaron parte de la URSS fue el detonante y la gota que colmó el vaso para el gobierno ruso.
No fue una, sino varias advertencias que la línea roja trazada era la intención de Ucrania de unirse a la UE (UNIÓN EUROPEA) y en particular a la OTAN.
Está claro que unirse a estas organizaciones internacionales no es automático, ya que hay reglas que deben seguirse.
Sin embargo, el actual presidente de Ucrania insistió en desafiar la posición rusa apoyada por EEUU (ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA) y sus ventrílocuos de la OTAN.
Y aquí abro un paréntesis para aclarar que un país que se hace miembro de la OTAN puede recibir bases militares de sus miembros, en el caso de EEUU que podría apuntar sus misiles nucleares a MOSCÚ.
No hubo retirada del actual presidente de Ucrania, un patético comediante que se subió a la ola de la antipolítica y, como varios ladrones de países al sur del ecuador, también fue elegido.
Não satisfeito em afrontar a posição russa que defendia a neutralidade da Ucrânia e maior autonomia de duas províncias pró-russas, insistiu no ingresso imediato na OTAN acabando com qualquer possibilidade de resolver a questão de forma diplomática e aqui estamos acompanhando uma guerra batendo na porta do continente europeo.
La OTAN y la UE por su parte, en lugar de buscar soluciones diplomáticas, han echado leña al fuego al anunciar el envío de armas y municiones a Ucrania, lo que sin duda empeorará aún más la situación, provocando un baño de sangre en la región y el conflicto. extenderse a los países europeos.
Por supuesto, solo nos alimentamos de noticias del mundo occidental que nos venden su versión, satanizando a Rusia y elogiando a Ucrania y su presidente cómico asociado con el batallón de neonazis Azov; Está claro que Putin no es un santo, pesando contra él varias acusaciones de eliminar físicamente a sus adversarios en Rusia.
Sin embargo, toda guerra, por legítima que parezca, solo trae muerte, dolor y hambre y debe ser condenada dondequiera que se lleve a cabo (ver Libia y Siria – Primavera árabe para la democracia mejorada por Estados Unidos – guerra híbrida).
¡Esta es la forma más eficiente y habitual en el mundo moderno, basada en noticias falsas y promoviendo movimientos separatistas en varios países en nombre de la democracia!
En consecuencia, envían mercenarios y soldados de fuerzas especiales a entrenar guerrillas y así sembrar el caos y la inestabilidad en varias regiones, teniendo como plus el bajo costo de estas operaciones sin derramar una gota de sangre de sus tropas, y el reparto del botín. de un país devastado (petróleo, mineral, reconstrucción de infraestructura, entre otros.
Esto es exactamente lo que Rusia ha imaginado y lo que más teme.
Hoy Ucrania, mañana parte del territorio ruso y finalmente la caída del régimen.
Ante estos hechos, las autoridades rusas emitieron alertas y advertencias, las cuales fueron ignoradas por Ucrania y los miembros de la UE y la OTAN.
Analizando este juego de ajedrez geopolítico, mi análisis es que el presidente Vladimir Putin aprovechó el vacío de poder que se produjo en la UE con la salida de la canciller alemana Angela Merkel, quien durante muchos años fue una líder muy fuerte frente a los países europeos, llevando transmitir su intención de establecer una zona segura entre sus fronteras y la UE y la OTAN.
Sumado a este hecho, la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán y el acuerdo firmado con los talibanes para la transición de poder en ese país daban muestras de debilidad estadounidense, como ya había ocurrido en Siria tras el apoyo de Rusia al gobierno LOCAL, el cual EE.UU. pretendía derrocar.
Es evidente que si EE.UU. ni siquiera fuera capaz de establecer un nuevo orden político en Afganistán, tampoco mantendría el control militar (costoso) y nunca se enfrentaría al poderío militar de Rusia, ya que esto resultaría en una guerra nuclear donde habría no hay ganadores y la destrucción sería total.
El hecho es que después del avance de las tropas rusas en suelo ucraniano, los líderes de la OTAN y la UE quedaron atónitos.
Y lo más bizarro es que no pueden intervenir militarmente en Ucrania porque no pertenece a la OTAN ni a la UE, y si lo hicieran sería una declaración de guerra contra Rusia, lo que llevaría a Moscú a dirigir sus misiles hacia territorio europeo. así como.
Tras el golpe, tomaron la decisión de imponer severas sanciones económicas a Rusia, que al final no sirven para impedir el avance ruso en el tablero internacional.
La estrategia es estrangular la economía rusa fomentando el descontento interno provocando escasez y miseria lo que aumenta la presión popular sobre el gobierno (guerra híbrida).
Sin embargo, hasta el momento todo indica que Rusia está preparada para afrontar este y otros escenarios, lo cierto es que pocos días antes de decidirse a enviar sus tropas a Ucrania, firmó un acuerdo bilateral de total cooperación mutua con China, incluso en el ámbito económico. (sistema financiero) y tecnología, que sin duda mitigarán los efectos de las sanciones económicas impuestas por la UE y EEUU.
Esto demuestra la proximidad e integración entre estas dos superpotencias aliadas a otros países periféricos que están redibujando el mapa de la vieja ruta de la seda (el plan del gobierno chino para redibujar el nuevo mapa de la geopolítica mundial especialmente en la economía suplantando así a EE. UU. y la UE).
Finalmente, no se trata de una simple guerra por un territorio, sino de una disputa geopolítica que, al final, se puede resumir en una disputa de “PODER”; poder que todos conocemos: es DINERO!
Carlos Brackmann.
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